Busca la divinidad que hay en cada persona, así te encontrarás con tu propia divinidad.
Cuando conoscas a alguien míralo como el dios que es, y respétalo y ámalo desde el dios que está dentro de tí.
Todos estamos interconectados, todos tenemos una parte del otro, todos somos una parte y una totalidad.
Somo UNO, somos la totalidad.
1 comentario:
Creo, amiga, que no somos la totalidad pero podemos acceder lentamente hacia ella...Un afectuoso saludo.
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