sábado, 1 de noviembre de 2014

Honro a los ancestros de la humanidad


En este día Honro a todos mis seres queridos que emprendieron el viaje de retorno…
En el mundo andino, la muerte es un viaje de una vida a otra, los difuntos iban al seno de la tierra y regresaban, no concluía su existencia. Pasaban a un estadio de vida diferente, era muy importante para ellos que se conservara su cuerpo, por que así la circularidad eterna continuaba, volverían a visitar a sus familiares y comunidad.
Al nacer se está mas cerca de la muerte, pero también de la vida, por lo tanto el fin no existe, y la muerte es una etapa temporal.
Lo mismo sucede con la idea de la circularidad del tiempo, para el Runa (humano) el pasado se encuentra adelante y el futuro atrás, unidos por el conector natural que se denomina pakarina o lugar por donde se viene a este mundo , pero también por donde se retorna al uju pacha, donde reside el principio de la vida.
Esta forma de pensar, nos explica el por que de estas construcciones Inkas que no terminan de sorprendernos, obras que se construyeron para el presente, pero también para el retorno del constructor (pasado y futuro). He ahí su carácter de eternidad.
A diferencia de otros pueblos, para los Incas, las momias de los soberanos eran criaturas vivas. Seres divinos que poseían grandes haciendas y castas de sacerdotes a su servicio. Tras la muerte continuaban siendo los lideres de su familia o panaca e incluso con la ayuda de sus sacerdotes pronosticaban el futuro y daban consejo a los vivos sobre los asuntos de actualidad.
Se les trataba como si estuvieran vivos, haciéndolos participar de sus ceremonias mas importantes y como jefes de sus Ayllus.

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