La ciudad Inca del Cusco, tenía la forma de un puma en movimiento, la ciudad puma era el centro del Tawantinsuyo y desde su corazón salían cuatro caminos en dirección de los 4 lados o los 4 suyus. Desde este corazón se distribuyeron las panakas y los ayllus y en una alineación electro-magnética se visualizaban los caminos energéticos de los seq’es, que iban distribuyendo en un movimiento radial a los templos y wakas más importantes.
Estos templos a la vez eran observatorios desde donde se podían ver los cambios de estaciones, equinoccios y solsticios, fechas en la que las energías cósmicas se abren, se expanden influyendo fuertemente sobre el planeta así como a los seres que la habitan , los seres humanos, plantas, animales. Esta afluencia de energía que recibimos en estas fechas son recepcionadas por aquellos que están con la mente y el corazón abierto para que este milagro suceda.
Nuestros sabios ancestros conocían de este echo, así todos sus templos estaban alineados , y en disposición al Este por donde sale o nace Tayta Inti.
Así también otros servían para observar los cambios de la luna, Mama Killa, como también para ver y observar las estrellas, y las constelaciones.