Hace poco estuve en el Templo Antiguo, llamado también Ñaupa Iglesia, queda por el camino a Pachar, cerca a Ollantaytambo, el carro te lleva hasta cierto sitio cerca al lugar , luego caminas por unos 15 minutos nada mas, subiendo un cerro y siguiendo un camino inca, o quiza´pre-inca, al llegar te encuentras con una pared hecha de barro y piedras, con unas pequeñas ventanas, en ese momento ya empiezas a darte cuenta de que estás en un lugar muy importante, te dá la sensación de que se construyó en forma muy resevada , sólo para que fuera visitado por poca gente con un motivo muy especial y para un ceremonia muy especial también , ya que está tan escondido de lo demás... Luego das una vuelta con la mirada y lo que se ve es mucho mas sorprendente , es una roca muy grande , una roca de color casi azul , parece ser caliza, bueno no sé mucho de rocas, pero parece ser caliza, aqui nuestro sabios abuelos tallaron chacanas en todo el rededor , lamentablemente debido a la ambición, a la poca tolerancia por aceptar las creencias y religión de otros, a sentirse dueños de la verdad, estas hermosa roca a sido dinamitada, viendose , apenas una parte de lo que fue, si embargo solo esta pequeña parte quedó como muestra de lo indestructible, de lo que nunca podrá cambiar ni desaparecer, esta pequeña parte quedó como seña, quedó esperando por la gente que volvería a ese mágico e incomparable lugar. Despues de acomodarnos y entregar nuestras ofrendas , (yo llevé flores, por que quise llenar de color y perfume el templo), cada uno buscó su lugar , donde mejor se sentía y empezamos a esperar lo que venía, todos teníamos distintas espectativas, algunos pensaban en encontrar algo especial como que un portal interdimensional se abriera, otros pensabamos en un cambio en un pachakuteq interno, otros deseábamos enfrentar nuestros miedos, otros queríamos irradiar nuestra luz, fuimos con distintos deseos, y estoy segura que cada uno se fue agradeciendo a nuestros Hermanos Mayores, a nuestra energía cósmica, a nuestro Padre, a nuestro creador, a nuestro Dios, a nuestro Illa Tecsi Wiracocha, o como le llamemos, agradecerle por darnos las vida, por permitirnos disfrutar de estos momentos, por darnos los ojos, y permitirnos ver salir esa estrella tan luminosoa que nos acompañó esa noche, agradecerle por nuestra manos que nos permitieron tocar la roca azul, tan fría, tan antigua, tan sabia, tan silenciosa.. agradecerle por nuestros oidos que nos permitieron disfrutar de la música de los tambores que uno de nuestros hermanos tocaba, agradecerle por nuestro pies que nos permitieron llegar a este lugar, agradecerle por nuestra boca , que nos permitió darle todas las alabanzas y agradecimientos posibles, agradecerle por que somos seres de luz y esa noche pudimos brillar, pudimos sentir su presencia. Les mado unas fotos. Hasta pronto hermanos y hermanas!
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